El poder de la imaginación

La imaginación tiene el poder de crear nuevas formas de disfrutar de la vida. Es un elemento clave en el arte, en el juego, en la innovación, en la escritura. El poder de la imaginación llega incluso hasta la cama.

Hace poco mi hijo de tres años me preguntó qué era la imaginación. Me quedé pensando durante unos segundos en la forma de explicárselo. Le dije que son todas las historias, las ideas y las imágenes que él pueda crear en su cabeza aunque en realidad no existan. Se quedó encantado con la explicación y desde entonces no para de inventarse cosas. Pero la imaginación no es solo cosa de niños. Es una facultad de todo ser humano para representar mentalmente la imagen de cosas o situaciones que no existen en la realidad y eso conlleva un gran poder.

El poder de la imaginación radica en la posibilidad de crear algo nuevo. Y ese poder nos hace más libres. Tan libres como los niños. Es cierto que cuando vamos creciendo desarrollamos nuestras capacidades cognitivas y nos volvemos más realistas, pero eso no quita de que sigamos siendo capaces de imaginar. De hecho, desarrollar la capacidad de imaginar es clave para la innovación, para tener ideas nuevas, en definitiva, para mejorar nuestro presente y futuro.

A veces pensamos en el poder de la imaginación como algo restringido a la etapa infantil o a los artistas. Sin embargo, todas las personas podemos desarrollar este poder y ponerlo a nuestro favor. Se trata de pensar “fuera de la caja”, permitirnos fantasear. Puede que se vea claro en el arte: una cantante, una escritora o una bailarina lo tienen claro. También aquella persona que pinta con acuarelas o una maestra en etapa preescolar. Pero ¿qué pasa en el día a día? ¿Seguimos siendo capaces de mirar a las nubes e imaginar una cara? ¿Podemos cerrar los ojos y fantasear con un viaje remoto? La respuesta es sí.

El poder de la imaginación en lo personal

La imaginación nos hace únicos. Es nuestra forma de plasmar nuestros pensamientos en nuestra realidad. De hecho, también interviene de forma negativa en nuestra vida cuando imaginamos que esa persona que levantó una ceja al mirarnos lo hizo porque nos estaba desaprobando y aquella que nos chocó en la calle porque no le gustamos. Podríamos imaginar que la de la ceja tiene un tic y la del choque iba tan deprisa que no se dio cuenta. En ambos casos, cambiaríamos nuestra forma de interpretar la realidad a nuestro favor.

Podemos, incluso, utilizar la imaginación para hacer nuestro día a día más divertido, más emocionante. Podríamos imaginar que nuestro balcón es la terraza de un bar o que nuestro compañero o compañera de cama es una persona famosa. Las fantasías nos permiten disfrutar de la vida de una forma distinta a la habitual. 

También nos permite crear un futuro deseado, anticiparnos a lo que queremos experimentar y motivarnos a desarrollar un plan para conseguirlo. La imaginación tiene el poder de hacernos soñar con algo nuevo, diferente, que podríamos llevarlo a la realidad. Todo cambio nace con una idea. Y esa idea es producto de la imaginación. Puede que te tachen de soñadora, de ilusa, de infantil, de “demasiado imaginativa”. A mí me ha pasado cientos de veces. Sin embargo, gracias a la imaginación conseguí diseñar la vida que deseo. 

El poder de la imaginación en tu profesión

Cuando mi hijo decide ponerle un poco de jamón a la tostada untada con mermelada de fresa, abro los ojos sorprendida y me muerdo la lengua para no decirle que eso es raro o que no se puede hacer. ¿Por qué no? ¿Acaso no está delicioso el melón con jamón o los dátiles con baicon? En la cocina, la imaginación es súper poderosa. Los mejores chefs son los que se atrevieron a fantasear y probar sabores nuevos. Lo mismo pasa en el mundo de la moda, de la pintura, de la escritura. 

La imaginación también está presente en el mundo de la innovación tecnológica. Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg o Elon Musk son solo algunos ejemplos conocidos. Pero hay también mujeres como Ada Lovelace, que inventó el primer algoritmo de la historia, o Evelyn Berezin que creó un procesador de texto que simplificaba el trabajo de oficina. Y no olvidemos a Radia Joy Perlmanm que desarrolló el protocolo STP, un lenguaje que se utiliza en Internet y que es considerado precursor de la tecnología Cloud, ya que permite almacenar grandes cantidades de información en una red.

La imaginación potencia tu libertad

Cuando nos limitamos a vivir según lo establecido y nos conformamos con lo que se supone que nos ha tocado vivir sin echarle imaginación, no somos libres. La imaginación nos da la libertad de elegir nuevos caminos y formas de hacer las cosas, de crear una realidad diferente y deseada. Esa libertad es la clave para el bienestar y la felicidad.

¿Y cómo desarrollar mi imaginación?

Puede que pienses que no eres una persona imaginativa o que con los años has perdido esa capacidad pero te aseguro de que todas tenemos la posibilidad de desarrollar este superpoder. La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a trabajar en ello. Es cuestión de abrir la mente y derribar las barreras que nos impiden salirnos de nuestro cuadradito.

  1. Disfruta: es importante que cuando te dejes llevar por la imaginación hagas algo que te guste, no lo sientas como algo forzado. No me veo sentándome a mirar la pared para imaginar algo nuevo. A mí me gusta salir a caminar por la Naturaleza o recorrer una ciudad nueva. Relájate y disfruta de lo que elijas.
  2. Ródeate de personas imaginativas: Los niños son una caja de sorpresas. Ayuda mucho tenerles cerca y escucharlos. Y por supuesto no limitarlos. Pero si hay niños en tu vida siempre puedes rodearte de personas que sabes que son imaginativas. Esas a las que quizá alguna vez has tachado de “infantiles”.
  3. Permítete soñar: no te censures, no te limites. Quizá hay ideas que pueden ser descabelladas o que te den vergüenza de solo pensarlas, pero permítete imaginarlas. Nadie te va a juzgar porque solo están en tu cabeza, y algunas ideas pueden ayudarte a crear algo nuevo, a salir del pensamiento rígido y estructurado, a ser un poco más como los niños.

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